

La miel, el alimento perfecto y del más sagrado color, amarillo como el oro, se diviniza en casi todas las culturas . En Castilla La Mancha tenemos el privilegio de contar con este excelente producto, compuesto por el azucarado néctar de las flores transformado por la diastasa de la saliva y los jugos gástricos de la abeja.
¿QUÉ HACER CON LA MIEL?
Una rebanada de pan tostado con aceite de oliva y miel, en el desayuno, debiera ser el mejor invento que los castellano- manchegos exportásemos al mundo, que se harta de pastelillos artificiales.
Un chorro de miel sobre unas lonchas de queso manchego viene a ser el más exquisito postre.
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