


En Talavera se hallan así dos tipos diferentes de cerámica, que se distinguen perfectamente gracias a los colores que predominan en sus composiciones. La cerámica de Talavera de la Reina, propiamente dicha, se caracteriza por su color azul cobalto, intenso y vivo, que da luz a todas sus piezas. Y después, la cerámica llamada ‘del puente del Arzobispo’, de colores verdosos que invitan recordar los paseos por la dehesa toledana.
Pero desde luego, ambos orígenes nos llevan a la misma conclusión, una cerámica de altísima calidad, tanto en el barro como en su decorativismo, y que cargadas de historia, cada una de las vasijas, miran al futuro sin temor a perder ni un ápice de su personalidad.
Precisamente, en la ciudad de Talavera se encuentra el Museo Ruiz de Luna, dedicado a la cerámica y al gran ceramista que le da nombre al museo, donde se puede recorrer tanto la historia de esta famosa cerámica como aprender acerca de su proceso de creación, los tintes, las pinturas, la cocción y hasta el modelado de cada una de las piezas únicas que surgen de los talleres.
No hay comentarios:
Publicar un comentario